El dictamen es impresentable. La adjetivación es hilarante. Se dice, por ejemplo, que la aspirante que ocupó el primer lugar en el orden de mérito "es autora de una enorme cantidad de artículos en revistas científicas". ¿Cuánto es "enorme" traducido a números? ¿Es más que "numerosos" pero menos que "gran cantidad"? No se puede saber cómo ni con qué criterios se ponderaron los antecedentes de los postulantes porque todo el dictamen se vale de esta clase de adjetivación puramente subjetiva no mensurable por ningún parámetro estable. Por otro lado, como declara el veedor estudiantil, el solo hecho de no haber considerado ni evaluado todos los elementos de juicio como establece explícitamente el reglamento de concursos, invalida por arbitrariedad manifiesta el dictamen. Después de tantas experiencias aberrantes en materia de concursos en la UBA y teniendo en cuenta las posibilidades que ofrece la tecnología, creo que es hora de implementar algún mecanismo de registro audiovisual tanto de la clase de oposición como de la entrevista (espacio vedado al público, que los jurados pueden usar para manipular los resultados) para mitigar, al menos, la discrecionalidad con la que se redactan los dictámenes. Todo mi apoyo y solidaridad para la Prof. Silvia Lago Martínez. Espero que se haga justicia.
El dictamen es impresentable. La adjetivación es hilarante. Se dice, por ejemplo, que la aspirante que ocupó el primer lugar en el orden de mérito "es autora de una enorme cantidad de artículos en revistas científicas". ¿Cuánto es "enorme" traducido a números? ¿Es más que "numerosos" pero menos que "gran cantidad"? No se puede saber cómo ni con qué criterios se ponderaron los antecedentes de los postulantes porque todo el dictamen se vale de esta clase de adjetivación puramente subjetiva no mensurable por ningún parámetro estable.
ResponderEliminarPor otro lado, como declara el veedor estudiantil, el solo hecho de no haber considerado ni evaluado todos los elementos de juicio como establece explícitamente el reglamento de concursos, invalida por arbitrariedad manifiesta el dictamen.
Después de tantas experiencias aberrantes en materia de concursos en la UBA y teniendo en cuenta las posibilidades que ofrece la tecnología, creo que es hora de implementar algún mecanismo de registro audiovisual tanto de la clase de oposición como de la entrevista (espacio vedado al público, que los jurados pueden usar para manipular los resultados) para mitigar, al menos, la discrecionalidad con la que se redactan los dictámenes.
Todo mi apoyo y solidaridad para la Prof. Silvia Lago Martínez. Espero que se haga justicia.